Ahora ya conozco el destino de este joven, que partirá en
cuestión de días a un campo de batalla en Manchuria. He cometido un error al pensar
que lo único que preocupa a los habitantes de una villa como ésta, de poesías y
ensueño, es el cantar de las aves, el caer de los pétalos de las flores y el manar de una
fuente termal. La realidad ha cruzado montañas y océanos y ha llegado hasta
esta tierra huérfana donde viven los descendientes del clan Taira. Quizá llegue
el día en que de las arterias de este chico mane sangre a borbotones; quizá llegue el día en que tiña
con ella un páramo en Manchuria. Y ese chico está aquí sentado, al lado de un pintor que cree
que el valor de la vida humana sólo reside en aquello que podemos contemplar en los
sueños. Está tan cerca de mí que si aguzo el oído puedo escuchar el latir de
su corazón. Quizá su latido sea la marea que rompe contra las costas de ese
campo de batalla, situado a miles kilómetros de aquí. Durante un instante fugaz, el Destino ha querido que nos reuniéramos bajo un mismo techo, pero no tiene nada más que añadir.
草枕(夏目漱石)
Almohada de hierba (Natsume Sôseki)
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